domingo, 2 de octubre de 2005

Se ha dormido en mis brazos y me ha robado para siempre el corazón. Al principio no quería, se removía, refunfuñando. Entonces yo le he cantado al oido, chasqueando los dientes, ronroneándole al oído. Entonces ha puesto su cabeza en mi pecho, cerca de mi cuello y ha cerrado los ojos. Su olor a dulce, colonia y leche me ha entrado por la nariz y ya no he tenido salvación. He hundido mi boca en su cuello redondo y gordo, besándolo. Él se ha dejado hacer mientras los ojos se le cerraban sin remedio. He seguido cantando y moviéndome rítmicamente. Ro, ro, ro. Cuando he sentido su respiración pausada y rítmica, le he echado en la cuna. Aún ahí ha abierto sus ojos, pero yo le he movido, ro, ro, ro. Se ha dormido definitivamente, le he besado en la frente, me he vuelto desde la puerta otra vez para cercionarme que dormía y he cerrado la puerta. Se ha dormido en mis brazos y ya, por siempre, Alejandro tiene mi corazón.

No hay comentarios:

free web counter