viernes, 30 de diciembre de 2005
Feliz entrada en el 2006 a todos.
domingo, 25 de diciembre de 2005
viernes, 23 de diciembre de 2005
No veo diferencias apreciables en lo externo, así que analizo lo interno. Más seria, más consciente, más paciente, más dura.... Tal vez, más descreída, más tolerante con los defectos ajenos...y con los propios. Quizás menos atrevida...no, no menos, más valiente, pero de manera más consciente, más responsable, conociendo de antemano los riesgos y asumiéndolos. Sí, tal vez, así sea ahora.
En realidad, el cambio viene de antes, de hace dos años, de salir de mi cubículo y conocer un mundo más amplio, de enfrentarme a problemas más globales, más allá de mi ombligo y el de los mios. Ampliar fronteras tiene esas cosas. Quizás.
jueves, 22 de diciembre de 2005
Faltaron algunos, es cierto. Y como persona imperfecta que soy, los apunté en una lista, pero no encontré papel y lo hice sobre el hielo de mi copa, así que al rato, cuando quise mirar ya no estaba, se fue por el coladero del fregadero, su sitio natural. Porque sería injusto decir que no se acordaron de mi. Hoy sigo recibiendo gestos de cariño, así que mis pupilas siguen acuosas y yo sigo sintiéndome feliz y agraciada por tener tantos amigos que, de verdad, me quieren tanto.
domingo, 18 de diciembre de 2005
Digo esto porque hoy, en el taxi que me llevaba al hospital a ver a mi tia, practicamente muerta cerebralmente, la taxista criticaba la deshumanización de nuestra sociedad, el consumismo, la falta de ética y el egoismo reinantes, causante de nuestros males más profundos. Al llegar a esa sala donde los familiares esperan para ver durante diez minutos a sus parientes en la UCI, mientras su hija y su hermana entraban a ver a mi tía, la conversación ha sido la misma.
Pensaba yo, miemtras hablabamos, que yo no soy mala persona y la taxista tampoco. Mis tías y primas son buenas personas, cariñosas, cabales, con sus defectos, claro, pero cabales. Mis amigos son buena gente, no hacen daño así sin más, estoy rodeada de buenas personas, o, cuanto menos, de personas que intentan sobrevivir sin hacer daño a los demás. Pero se ve que no es suficiente.
viernes, 16 de diciembre de 2005
Gracias, por estar ahí en ese momento. Así ha sido bastante más fácil.
"Le quiero mucho, le quiero tanto. Es un amor sosegado, rendido, con las reglas asumidas, interiorizadas, llevan siéndolo desde hace casi dos años. A mi, es verdad, a veces, se me salen las ganas por la boca....y entonces, me retiro a mis cuarteles de invierno. Porque no puede ser, no puede ser. Yo lo sé, él lo sabe. Fíjate, le quiero tanto que no intentaré nunca nada más de lo que tenemos, porque no quiero que lo sufra, no quiero que traicione ni que se traicione".
Le contesté mandándole ánimos, incitándola a conocer a gente, a salir de su circulo vicioso y felicitándola por tener tanto amor en su corazón. No le dije cuánto me recordaba a mi misma hace años, cuando amé así. Ese primer amor, no adolescente, sino maduro, sentido, querido, deseado, consumado hasta los tuétanos. Tampoco podía ser. Por eso él sufría, por eso disipó mis dudas para marcharme de mi ciudad mágica. "Vete, por favor, vete. No soportaría tenerte cerca y no tocarte, besarte, amarte. No soportaría dañarla a ella. A ella la quiero, a ti te amo". Y yo, le quería tanto que me fui, aunque dejase allí tantas cosas, sobre todo a él, al que quería tanto que dolía. No le dije a mi amiga lo que sentí cuando en uno de mis viajes le vi con otra, que no era ella. El dolor de la traición.... qué ridiculez.... de la traición a mi sacrificio, a mi desamor callado. No, no se lo dije a mi amiga. No era el momento...aún.
jueves, 15 de diciembre de 2005
martes, 13 de diciembre de 2005
Sé que las estadísticas se esfuerzan por ofrecer el número de niños que mueren por minuto, el número de mujeres que en esa franja de tiempo sufren un maltrato, pero me pareció absolutamente vergonzoso seguir paso a paso el asesinato premeditado, frío, protocolizado de una persona por parte del Estado, esa invención del hombre que pretende salvarle de otros hombres. ¡Qué ironía! El salvador es el asesino.
No justifico la violencia, ni la muerte de nadie a manos de otros, pero me parece bochornoso que la permita la ley.
Curioso que el país más rico y poderoso del mundo se comporte como el más pobre y subdesarrollado del Tercer Mundo.
Me ha dado vergüenza ajena... y propia... porque sólo le he pedido al taxista que cambie la emisora....
Y ello a pesar de que el último contacto me había permitido poner las cosas en su sitio, acusarle de prejuzgar, de emitir opiniones sobre mi persona sin conocerme lo suficiente, acusarme de defectos de los que me orgullezco de no tener. Él escuchaba mis reproches, serios, tajantes, duros, en silencio, en la distancia y, de nuevo, por segunda vez en veinticuatro horas, me pedía disculpas. No sé qué tipo de relación, de la clase que sea, puede iniciarse de este modo, a base de disculpas sucesivas. Tal vez sea que la edad me va moderando y que la regla de contar hasta diez antes de explotar da resultados. Tal vez piense que merece más la pena sentar las bases de algo, lo que sea, ahora que quedarme con los reproches en la boca y llevarlos guardados en el pecho, oprimiendo. En realidad, me sentí muy bien ayer cuando le pedía que no se atreviese a juzgarme sin pruebas y eso haga que le de otra oportunidad. Lo malo es que con cada disculpa suya, mi frescura y mis ganas de arriesgar van disminuyendo y en este momento, tal vez me apetecía ser más loca, menos racional, más espontánea, más niña. Pero es evidente que este hombre se va a encontrar con toda una mujer. Y lo mismo, eso no es malo del todo.
lunes, 12 de diciembre de 2005
(Del lat. seducére).
1. tr. Engañar con arte y maña; persuadir suavemente para algo malo.
2. tr. Atraer físicamente a alguien con el propósito de obtener de él una relación sexual.
3. tr. Embargar o cautivar el ánimo"
"Te voy a seducir". Así terminó la conversación telefónica de anoche. ¿A cuál de las acepciones del término se referirá?. En esta aventura que inicié hace apenas dos meses, me he encontrado con gente diversa. En esta búsqueda premeditada de aún no sé muy bien qué, ésta fue la última frase, que quedó colgando entre mi oreja y el móvil durante un rato.
Guiamos nuestra vida por el sol, pero a mi me despierta el influjo de la luna.
viernes, 9 de diciembre de 2005
Yo siempre he pensado que el amor me daba fuerzas, me hacía invencible, inexpugnable, vencedora. Igual no lo era, pero yo me he sentido así y el sentimiento de euforia, la adrenalina que provoca, era tan excitante que daba miedo, pero era otro miedo, ese que te hace maravillosamente irresponsable y atrevida.
Ellos no aman y por eso tienen miedo. Pero de ese que te agacha la cabeza, te la hunde entre los hombros y te hace invisible.
Y junto a este miedo, un correo lleno de valor, de autoestima, de fuerza. También sale del amor, del no correspondido, que ese también quita fuerzas mientras no eres consciente, pero da mucha cuando decides tomar, de nuevo, el mando de tu vida.
miércoles, 7 de diciembre de 2005
Es todo tan rápido que cuando verbalizas los pensamientos te sientes boba y avergonzada de lo que has hecho, descolocada, despeinada, como cuando consigues salir de la fuerza centrífuga de un ciclón y ves toda la historia desde fuera y no sabes muy bien cómo llegaste, ni cómo has salido de ahí. Sólo es posible sacar la ensñanza, en este caso positiva, de que te conoces un poco más, de que eres más sabia -lo que no excluye el error futuro- y de que te reconocerás mejor cuando te mires al espejo, más sosegada, más entera, más sencilla, más vulnerable, más fuerte. Todo en uno.
domingo, 4 de diciembre de 2005
Cuando me he montado en el taxi -no he permitido que me traiga a casa y él ha aceptado la derrota- me he sentido horrorizada. Ha conseguido anularme, cuando tiene tan poco que ofrecer. No voy a permitirlo más. Valgo demasiado, tengo tanto que ofrecer, tanto para dar. Se acabaron los complejos. Nena, tú vales demasiado. El que no quiera verlo que se quede tuerto, cuando no ciego.
martes, 29 de noviembre de 2005
jueves, 24 de noviembre de 2005
martes, 22 de noviembre de 2005
sábado, 19 de noviembre de 2005
viernes, 18 de noviembre de 2005
martes, 15 de noviembre de 2005
lunes, 14 de noviembre de 2005
A veces, es verdad que no necesito a nadie, que me molesta la compañía de alguien, pero en noches como la del sábado me sentí sola y no me gustó. Afortunadamente, una tiene este carácter y parece que siempre está alegre. Lo parece.
viernes, 11 de noviembre de 2005
jueves, 10 de noviembre de 2005
martes, 8 de noviembre de 2005
sábado, 5 de noviembre de 2005
miércoles, 2 de noviembre de 2005
Menos mal que quedé tan tarde con él. Al menos un día cansado, triste, decepcionante y largo ha terminado con una sonrisa.
domingo, 30 de octubre de 2005
sábado, 29 de octubre de 2005
martes, 25 de octubre de 2005
Ayer tuve otra imagen del paso del tiempo. En el autobús que me llevaba a mi clase de pilates, dos chicas, dos niñas, como luego pude apreciar, comentaban su fin de semana de chupitos, relaciones públicas guapos, nenes que las abordaban camino del baño, borracheras a las seís de la mañana (hora límite para llegar a casa) y rollos con amigos. Todo ello sin tener la edad necesaria para poder beber sin ser un delicuente. Fue por eso que me di cuenta que eran unas niñas, porque nada menos que 20 años nos sepraban. Cuántas tonterías se hacen y dicen con esa edad.
Sigo con la maleta.
lunes, 24 de octubre de 2005
Supongo que mis amigos hicieron el perol ayer y luego siguieron de copas. Hoy estarán durmiendo hasta las tantas, por eso no contestan a mis mensajes, pero no importa. Yo me acuerdo de ellos y echo de menos los peroles. Igual debería hacer uno en mi patio, que para eso tien pinta de andaluz.
sábado, 22 de octubre de 2005
jueves, 20 de octubre de 2005
martes, 18 de octubre de 2005
Lo mejor de la charla de ayer es que deja poso. No me impresionó anoche, pero esta mañana, sin querer, me he visto repitiendo una a una sus ideas delante de mis alumnos, que me miraban medio asombrados, medio fascinados. Alguno de ellos, pocos, la verdad, incluso asentía cuando yo iba desgranando su pensamiento y adaptándolo, sin esfuerzo, a la materia de mi clase de hoy.
Embrujada por Saramago. Una más, imagino.
lunes, 17 de octubre de 2005
Hace unos años, un profesor alababa la costumbre contraria en EE.UU. lealtad total con el nuevo mandatario, sea el que sea. "No critiques. Es mi presidente".
Obviamente, el que está no es el presidente del que se fue. ¿Por qué no decirlo? Otra cosa sería mentir. Y eso es pecado. Ni tanto ni tan calvo.
II. A mi me resulta extraño que el resultado de las elecciones de un país los anuncie la ministra de otro país. Democracia, independencia. Pues no me parece.
III. Y si hay que modificar la Constitución, ¿qué?. Otra cosa es que el horno esté para bollos. Que se nos anuncien las siete plagas de Egipto si tocamos una coma, que se nos asuste con el hundimiento del Estado. ¡Qué pérdida de tiempo! Igual muta el virus ese de la gripe de los pollos y nos estamos crispando por tonterías. Yo, por si acaso, no respiro cuando como pollo.
IV. No sólo se delinque por acción, también por omisión. Ya estamos tranquilos, ¿no?. La frontera ha quedado limpia como una patena de subsaharianos. Ya no hay que preocuparse por los asaltos a la verja de estos "rocieros" del más allá del desierto. Pero todos sabemos que dejar esta tarea a los alauitas supone que se les trate como se les está tratando. Y callamos y consentimos. Vergúenza ajena... y propia. ¿A cambio de qué? Me temo lo peor viniendo la cosa del primo del sur.
domingo, 16 de octubre de 2005
P.D. Anoche hablé con mi sobrina postiza -tan real- que está en Bostón. Me preguntó por Felipe, el novio hinchable que me ha regalado para que me haga compañía. Y me contó las novedades de su colegio. Saben menos, pero sí dónde buscar. Y distingue el español de España y el de Méjico, igual que distingue el inglés de Inglaterra del americano, que ella habla estos meses. Tía Rose, me dice y yo me derrito.
PP.D. Anoche vi "Love actually", la peli que vendían con el períodico. Aún haciendo una comedia simple y ramplona, los europeos, los ingleses, son más elegantes y divertidos que los americanos. Tiene razón Anita, no hablan el mismo idioma.
sábado, 15 de octubre de 2005
viernes, 14 de octubre de 2005
jueves, 13 de octubre de 2005
miércoles, 12 de octubre de 2005
jueves, 6 de octubre de 2005
miércoles, 5 de octubre de 2005
martes, 4 de octubre de 2005
domingo, 2 de octubre de 2005
jueves, 29 de septiembre de 2005
¿Preparar una lección magistral? Porque debe ser amena, incluso divertida. Igual puede serlo. Como yo les cuento a mis alumnos, el derecho, en general, y el que yo conozco, en particular, da para ser mordaz, incisivo, irónico y simpático. Hay gente "pa tó", como decía el Guerra, el torero, no el otro, que también podría dar un discursito de esos.
En fin, que he llegado a la conclusión de que, afortunadamente, no tendré que dar un discurso de esos en mi vida, así que no debo preocuparme, que también son ganas de buscar problemas donde no los hay.
Me voy a casa, a concienciarme de que mañana durante una hora, un señor de óptica nos va a hablar de qué se yo. Igual es divertido y todo, aunque lo dudo. Llevaré en el bolsillo del traje de lagarterana (esa es otra) un ejemplar del sudoku ese, que me parece un juego enrevesado y diabólico, pero que hará que el tiempo pase más rápido. Ciao.
miércoles, 28 de septiembre de 2005
Curiosamente, las pesadillas desaparecieron, sin que yo fuese muy consciente de ello. Al cabo del tiempo, cuando me di cuenta lo anudé a los días en que le conocí. Él me hizo sentirme bien, importante, valorada, querida, deseada, me hizo ser feliz y, supongo que por eso, esa angustia desapareció.
Esta noche he soñado algo parecido; quería correr y no podía, las piernas no me respondían, la carrera era lenta, sin fuerza, aunque, a diferencia de aquellas pesadillas, yo estaba de pie y luchaba y lograba escapar. Lo malo ahora es que él no está, porque ya no está. Por estos días, desde hace cinco años, le echo de menos.
martes, 27 de septiembre de 2005
Cuando las ranas críen pelo
Pues ya van por los ratones. Como dice mi hermano, si el rey y Botín son calvos, es que no hay solución.
Para lo que me queda en el convento....
Ayer, anonadada, asistí al espectáculo, baladí, pero significativo. De nuevo, yo me negué a entrar en el juego. Igual soy una boba, pero el dinero no es mío y no me parece bien que se gaste en mi.
viernes, 23 de septiembre de 2005
La Iglesia va a prohibir a los homosexuales ser curas. No sé si la medida tendrá efectos retroactivos. Eso provocaría una cierta descapitalización humana de la empresa, que no creo se pueda permitir, así que imagino que la medida será de aquí p'alante. Mis dudas: cómo lo sabrán. ¿Habrá un análisis de las cabezas de los aspirantes o de su ADN para encontrar el gen pecador?. Y otra, la más importante, si hacen voto de castidad, como les exige el ideario del centro, tampoco pueden entrar?. ¿Repuga más a los gerifaltes del invento la mirada lasciva de algunos de sus capitanes sobre los niños y los jóvenes fieles, que la que tengan otros sobre las niñas, adolescentes o señoras maduras cuando lleguen a sus altares con cara de estar en trance por amor a dios, con esa expresión cuasi-orgásmica?
jueves, 22 de septiembre de 2005
Nos despedimos en la parada de taxi. Nos emplazamos, como siempre, para la próxima comida y cada uno tomó su camino.
lunes, 19 de septiembre de 2005
Espero a la tasadora
sábado, 17 de septiembre de 2005
¿Qué es lo que buscamos cuando pedimos justicia? Si lo que buscamos es la restitución de lo perdido, no hemos avanzado ni una milesima desde la Ley del Talión. Y además, dependiendo del bien perdido, esa justicia que reclamamos es imposible, porque una vida, por ejemplo, no se restituye jamás. Si, a pesar de ello, seguimos bramando por justicia, igual es que lo que queremos es venganza. Y no es lo mismo.
A veces me pregunto si merece la pena, porque el dolor ni se mitiga ni se aminora y, sin embargo, no deja de destrozar alma y futuro, el nuestro y el de los que nos rodean. Y yo sigo preguntándome si merece la pena.
martes, 13 de septiembre de 2005
Quizá la presencia de Jesús en Madrid no sea mala, quizás me ayude a salir a hacer vida social, a ver la ciudad que me rodea. Hoy hemos quedado para hacer unas compras y tomar una cerveza y a las 10.30 he llegado a casa, cansada por fuera y descansada por dentro. Igual me va a ayudar a vivir algo mejor.
Mañana en Barcelona se miden méritos. Los tiene de sobra, aunque los que me hacen quererle no están en el baremo. Corazón partío, porque sé que se lo merece, pero si sale bien, se irá lejos y yo le echaré de menos.
lunes, 12 de septiembre de 2005
domingo, 11 de septiembre de 2005
P.D. Qué aburridos son los sábados por la noche!!!!.
martes, 6 de septiembre de 2005
domingo, 4 de septiembre de 2005
Maldita costumbre, ancestral, árabe, que te ata a la palabra dada, pero que te obliga a aparetar los dientes y soportar la invasión, bárbara en todos los sentidos, y armarte de paciencia.
Como dice el dicho, las visitas, a los tres días, huelen, como el pescado. Paciencia, Gwnedolin, si has soportado una semana, puedes hacerlo dos días más.
viernes, 2 de septiembre de 2005
Tener ese manuscrito en mis manos, con la letra inclinada hacia la derecha, el perfecto encuadre del texto en las marcas del folio, aunque algo inclinadas de derecha a izquierda, tocar la textura de la pluma, la tinta negra, me emocionó. Los folios escritos a máquina y corregidos a mano por el sabio me produjeron admiración, como quien mira una reliquia.
Esa admiración se torna tristeza cuando ves el declive del maestro, notas su voz y sus manos temblorosas, le ves titubear, vacilar, contestar a tus preguntas sin sentido, sin cohesión, abrumado y pequeño. Hoy he tenido esa amarga experiencia y no me ha gustado. Va a ser verdad que los genios deben morir jóvenes.
miércoles, 31 de agosto de 2005
martes, 30 de agosto de 2005
domingo, 28 de agosto de 2005
miércoles, 24 de agosto de 2005
II. Ayer, Pepito Grillo se subió a mi hombro izquierdo y, junto a mi oído, me susurró lo que yo ya sé. Igual sirve. Aceptar retos lanzados por este pequeño grillo puede ser una buena mecánica para hacerme reaccionar. Otra cosa que agradecerle.
lunes, 22 de agosto de 2005
miércoles, 17 de agosto de 2005
A pesar de que odio estar en estas condiciones, a pesar de que busco, sin éxito, un hueco donde leer tranquila, donde estar sola como me gusta, a pesar de que me aburre el paso del tiempo, me sorprendo a mi misma necesitándolos, viéndolos en cada rincón de la casa y manteniendo conversaciones imaginarias con los dos frente a mi. Qué mala es la nostálgia y qué duro es tener que hacerse la fuerte cuando lo único que tienes son ganas de que te abracen y te consuelen.
martes, 9 de agosto de 2005
Me cruzo, a veces, con alguién a quien conozco o conocí en sus tiempos, un vecino, el familiar de un amigo. Pero me atrinchero en mis gafas de sol y, como el avestruz, pienso que si yo no lo miro, él no me ve. Tal vez no sea necesario. Igual no me reconocen, pienso, sin darme cuenta que si yo les he reconocido a ellos, por qué no van a reconocerme ellos a mi.
A veces, me alejo un poco de mi casa y me voy por esa zona residencial, fresca, llena de jardines y casa grandes. Algunas son nuevas, impolutas. Otras son las de siempre, llenas de desconchones en la cal y de manchas de lluvia en los aleros de los tejados.
Después de un rato, una hora aproximadamente, vuelvo a casa, al refugio. Cuando el sol toma la ciudad y la convierte en un horno, yo ya estoy refugiada en la penunbra de mi casa, frente a un libro o intentando trabajar. Así hasta la mañana siguiente cuando vuelvo a salir a la calle a recordar cómo era mi barrio y sus gentes hace once años, el tiempo que llevo fuera de su vida.
domingo, 7 de agosto de 2005
Clase de Historia del Arte. Cinco de la tarde. El aula llena de chicas de unos 16 años, hormonalmente activas. El profesor incia el pase de diapositivas. Un kouro griego. Una risita nerviosa se desplaza por la habitación. El profesor nos riñe. No va a permitir bromas con el arte, sobre todo porque a partir de ese momento va a verse mucho desnudo en la clase. A callar y a mirar con ojo científico.
Veinte años después. Playa de Baría, Vera, Almería. Las parejas, junto a sus hijos, abuelos, tios y primos toman el sol desnudos. Pasean arriba y abajo de la playa. Bajo la sombrilla recuerdo aquella tarde en la que el primer desnudo nos llamó tanto la atención. Ahora vuelvo a mirar con interés científico. "No hay dos cuerpos iguales", dice mi madre. Así es, el cuerpo humano en su plenitud. Mostrado al completo. Sin igual.
Curiosamente, en esa zona nebulosa, donde lo textil se mezcla sin problema con lo naturista, los que asisten al espectáculo de la naturaleza con más desinteres, con más normalidad, son los niños, que juegan en la arena, sin desviar ni un segundo la tención de sus cubos y palas. Lástima que llegará un momento en que, como dice el Génesis que les pasó a Adán y Eva, sean conscientes de sus cuerpos desnudos. Ojalá entonces asuman al ser humano igual que ahora, en plenitud, con tolerancia, con naturalidad.
martes, 26 de julio de 2005
lunes, 25 de julio de 2005
miércoles, 20 de julio de 2005
domingo, 17 de julio de 2005
Por eso no puedo evitar ahora la sensación de que esto se desmembra, se hunde, se separa de manera ineludible. Varios flancos abiertos, hermanos que no se hablan, primos que no nos vemos, hijos que se han peleado. Igual es lo normal, teniendo en cuenta que somos tantos y tan distintos, pero me da tanta pena, que no se me quita el nudo del corazón. Unas rupturas -temporales, espero- me tocan más cerca, otras están lejos, pero todas me duelen. Y percibir que la tribu, el clan familiar, se descompone me produce una gran inseguridad. Inseguridad en los afectos, en los nudos ineludibles que nos hacen entender el mundo de la misma manera y saber que nos tenemos unos a otros, que basta una mirada para saber qué decimos, qué pensamos, qué sentimos. Y no me gusta esa sensación.
viernes, 15 de julio de 2005
sábado, 9 de julio de 2005
martes, 5 de julio de 2005
Por regla general, un acto como el de ayer te deja una sensación de alivio, de tranquilidad, pensando que tu parte está hecha y ahora depende de los demás afianzarte. Pero ayer, al termino del acto, quedaba la desolación de pensar que para nada había servido el sacrificio. Tristeza cuando debía haber habido alegría, mucha alegría. Alegría con su puntito triste. Demasiado agridulce.
domingo, 3 de julio de 2005
sábado, 2 de julio de 2005
Su madre me llama y me invita a salir hoy a la calle las tres, a celebrar la buena nueva, a darnos un baño de tolerancia, de normailización, de risas y de vida. Estoy encantada con la idea. Me gusta ver cómo la Princesa va interiorizando que una persona es buena persona, sin que importe con quién comparte tálamo y vida. Es tan evidente. Y mi Princesa lo sabe ya, a sus diez años. Y eso también debe celebrarse hoy.
viernes, 1 de julio de 2005
I. "Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda
una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan
una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo
una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda"
(Con Benedetti, claro).
No estaría mal que te mirasen así alguna vez.
II. "A menudo los hijos se nos parecen,
así nos dan la primera satisfacción;
esos que se menean con nuestros gestos,
echando mano a cuanto hay a su alrededor.
Esos locos bajitos que se incorporan
con los ojos abiertos de par en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres
y a los que, por su bien, hay que domesticar.
Niño,
deja ya de joder con la pelota.
que eso no se dice,
que eso no se hace,
que eso no se toca.
Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,
nuestros rencores y nuestro porvenir.
Por eso nos parece que son de goma
y que les bastan nuestros cuentos
para dormir.
Nos empeñamos en dirigir sus vidas
sin saber el oficio y sin vocación.
Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones
con la leche templada
y en cada canción.
Niño,
deja ya de joder con la pelota.
que eso no se dice,
que eso no se hace,
que eso no se toca.
Nada ni nadie puede impedir que sufran,
que las agujas avancen en el reloj,
que decidan por ellos, que se equivoquen,
que crezcan y que un día
nos digan adiós".
¡Cómo no! Todos mis miedos en verso y música.
III. "Fue sin querer...
Es caprichoso el azar.
No te busqué
ni me viniste a buscar.
Tú estabas donde
no tenías que estar;
y yo pasé,
pasé sin querer pasar.
Y me viste y te vi
entre la gente que
iba y venía con
prisa en la tarde que
anunciaba chaparrón.
Tanto tiempo esperándote...
Fue sin querer...
Es caprichoso el azar.
No te busqué
ni me viniste a buscar.
Yo estaba donde
no tenía que estar
y pasaste tú,
como sin querer pasar.
Pero prendió el azar
semáforos carmín,
detuvo el autobús
y el aguacero hasta
que me miraste tú.
Tanto tiempo esperándote...
Fue sin querer...
Es caprichoso el azar.
No te busqué,
ni me viniste a buscar".
Igual hay que cambiar de estrategia: asumirlo y seguir luchando hasta volver a ganar y a perder.
sábado, 25 de junio de 2005
Su visita fue un cúmulo de sorpresas. Me gustó nuestra complicidad, nuestra falta de pudor, esa que siempre habíamos tenido y que desapareció, como por ensalmo, cuando empezó su nueva relación. Aceptado el nuevo estatus, nuestra relación corrió por esos caminos seguros, tranquilos y correctos que él acotó y yo asumí. Por eso, nuestra intimidad, siempre dentro de los límites establecidos, durante las pocas horas que pasó en casa, me gustó tanto.
La sorpresa vino por la mañana, cuando, como otras veces, cariñoso, mimoso, atento, se coló en mi ducha, solícito a enjabonar mi espalda y todo aquello que yo quisiera. Por unas décimas de segundo, dudé de lo que iba a pasar, pensé en decirle que parara, pero no lo hice, no. Al fin y al cabo estaba segura de que no iba a significar nada. Sabía perfectamente cuál era el siguiente paso, obviar lo que estaba pasando, tomándolo como algo normal de nuestra amistad, una amistad especial, con derechos adquiridos, siempre en la intimidad absoluta.
En efecto, de nuestro juego bajo el agua apenas guardo recuerdo, más allá de la experiencia gozosa que supuso. Pero queda otro recuerdo, el que me atenaza, el que me engancha. Sus brazos oscuros, sus manos fuertes y morenas sobre mi piel, ese contraste blanco-oscuro que me parece tan bello y tanto me excita. Y su abrazo bajo el agua, tierno, su cuerpo mojado, mis pechos rozando su torso y el cariño que había en ese gesto. Pegados, durante unos segundos, hasta que yo decidí salir del ensueño y de la ducha, secarme y romper el encanto. Por eso no acepté su ofrecimiento para untar de crema mi espalda, para abrochar mi vestido, para atarme la cinta de las sandalias alrededor de mi tobillo.
Y, sin embargo, el esfuerzo fue inútil, porque no consigo olvidar ese instante en el que me sentí mimada sin tapujos, sin telas de por medio, sólo agua y piel.
jueves, 23 de junio de 2005
Harta de mi fontanero, que nunca viene cuando dice, que me cobra lo que quiere y nunca termina de arreglar lo que, sospecho, él mismo desarregla -como Amaranta y su mortaja-, yo estoy dispuesta a recibir a este. Para que luego digan que la diversidad cultural no es un valor a proteger. ¿Os he dicho que mi fontanero debe pesar alrededor de 200 kilos?. Que se venga, que se venga.
lunes, 20 de junio de 2005
Razones en contra. Las mismas, con sus peros. ¿Tengo derecho a crear expectativas, a crear vida en estas condiciones, por estas razones? ¿Es justo que piense sólo en mi? ¿Merecerá la pena enredarse la vida, agotar las ganas, perder la independencia y la libertad -esa que no uso-?
Sin embargo, hoy me ha llegado su mensaje: "Es un niño y todo está bien". Ayer me llamaron: "Vas a ser tita". Hoy, camino de casa, esa chica lo llevaba en brazos acurrucado en su pecho, y a mi se me han salido la sonrisa y las ganas.
viernes, 17 de junio de 2005
martes, 14 de junio de 2005
lunes, 13 de junio de 2005
miércoles, 8 de junio de 2005
lunes, 6 de junio de 2005
viernes, 3 de junio de 2005
miércoles, 1 de junio de 2005
En esta discusión en la que ando en estos días, ¿no seré yo la que está equivocada y me empeño en defender lo que no es? ¿Y si en realidad soy una intransigente? ¿Es otra prueba de que me peleo por calderilla y no he aprendido a regatear?. ¿Todo es regateable?.
martes, 31 de mayo de 2005
Las palabras y su sentido. Nos empeñamos, a veces, en repetirlas tanto que las dejamos sin fuerza, sin la credibilidad que originariamente tienen. Un "te quiero" repetido sin sentido, sin consecuencias, sin fuerza, sin compromiso pierde el valor que algún momento pudo tener. A, mi amigo-amante a ratos, lo repetía la otra noche, sin descanso, sin parar, sin esfuerzo, sin pudor. La primera vez me estremecí. Después, sonreí. Por último, dejé de oirle, de creerle, porque le conozco y sé que no lo siente, no como lo decía.
martes, 24 de mayo de 2005
lunes, 23 de mayo de 2005
El sábado, en una ceremonia que duró casi dos horas, me encontré con que los padres y las madres de los niños protagonistas eran los de mi pandilla de adolescente, la primera, esa con la que empecé a llegar tarde a casa, con la que recorríamos ferias de la comarca, los que nos bañábamos en albercas por la noche, nos tomamos las primeras copas y sufimos las primeras borracheras, los primeros amores y los primeros desengaños, también las primeras risas. Sus hijos ya tienen nueve años y yo los sentí tan lejos. Me dió cierta nostalgia, supongo que por el tiempo pasado, que no fue mejor, no necesariamente, pero fue sincero, divertido, más limpio y, sobre todo, más sencillo.
martes, 17 de mayo de 2005
El reto. Eso es lo que lo hace interesante. La posiblidad, la oportunidad de hacer algo por una institución que es madre y madrastra, que te genera amor y odio, cuando no indiferencia.
Hoy, cuando me lo ha preguntado, le he dicho que no. Y me he arrepentido después porque me gusta el reto, pero no así, no en estas circunstancias, no ante este no saber perder del que hace gala, no por una lealtad, seguramente, mal entendida. Hoy no. Y tal vez ya no haya opción de cambiar de opinión. Pero es que hoy el cuerpo y el ánimo me pedían decir no. Y lo he dicho.
jueves, 12 de mayo de 2005
lunes, 9 de mayo de 2005
viernes, 6 de mayo de 2005
martes, 3 de mayo de 2005
lunes, 2 de mayo de 2005
viernes, 29 de abril de 2005
Siempre han sido famosas en mi casa las historias de mi abuelo buscándose la vida, mientras mantenía su militancia clandestina, mientras que en la radio del desvan oía los discursos incendiarios de Dolores, la Pasionaria, desde Radio Pirenaica. En mi casa nunca se habló de política, no hacía falta, por eso yo aprendí a leer en "El Barquero", el "Palau" y en "El Mundo Obrero", a partes iguales.
Mi abuelo murió hace años en un accidente y no tuvo tiempo de verse rehabilitado, valorado, respetado en su lucha, aunque sólo fuese por el hecho de que se va conociendo la verdad, no la historia inventada por los vencedores. Igual fue mejor que se fuese antes, porque resulta que todo ese sufrimiento de mi familia no consta en ningún registro. Mi abuelo no consta. Que se lo pregunten a su mujer y a sus hijos. La verdad oficial vuelve a rechazar la historia real de mi familia. Pero estoy segura de que ayer se habría sentido bien en aquella reunión. Yo estaba allí por él y, al recordarle, no pude evitar llorar, despacio, a escondidas.