martes, 17 de febrero de 2009


Ahora resulta que esto, lo que ellas denuncian, por lo que luchan, también ha pasado aquí.
Otra herida sin cerrar (no sé por qué algunos se empeñan en decir que se reabren héridas; no son éstas, ciertamente, que nunca cicatrizaron).
Se nos llena la boca con la justicia universal y tenemos el patio propio sucio y escondido y lleno de inmundicias.
A veces, demasiadas veces, este pais mio me decepciona profundamente.

2 comentarios:

Julio González dijo...

¿de dónde has sacado el pañuelo de la plaza de mayo?

Rosa dijo...

Google y su inmensidad. ¿Lo has visto en Buenos Aires?

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