jueves, 10 de junio de 2004



Me miró con las lagrimas a punto de brotar y me dijo que su vida no había sido feliz nunca; bueno, sí, hasta cumplir los nueve años.
Yo no supe qué decirle. Quise consolarla, decirle que no era verdad, que tenía a mucha gente que la quería, que era una luchadora y una valiente, que tenía mi admiración y mi cariño.No sé si me creyó.
Hoy está ilusionada, como una niña. Su corazón ha vuelto a latir, le brillan los ojos y su sonrisa, la de siempre, es más grande.
Ojalá tenga suerte. Si no, no importa. Aquí estaremos, los que la queremos, para apoyarla y seguir queriéndola.

2 comentarios:

sofia dijo...

Muchas gracias Gwen, yo se que estás ahí, siempre con tu sonrisa, sabiendo escuchar. No sé si esto nuevo para mi será definitivo ó volveré a darme un batacazo, cosa que estoy acostumbrada, pero no voy a caer antes de tiempo, porque él lo dice todo.
Un besazo muy grande. También yo sé escuchar sobre todo a las amigas, asi que., ya sabes, aquí estoy.

Rosa dijo...

Lo sé, Sofía. Eso es lo mejor. Que estamos las dos y las dos lo sabemos. ¿Un juego de palabras? Pero verdad. Te quiero.

free web counter