domingo, 21 de noviembre de 2004

Mañana nos llamaremos todos. Yo llamaré a mi madre y a mi abuela. También a mi hermano. Hablaremos de naderías, de intranscendencias, interesándonos de manera obsesiva por nuestro estado de ánimo. Probablemente no mencionaremos el hecho que nos lleva a llamarnos. No hace falta. Llamamos por el mismo motivo, ya sabes, porque hace muchos años, nuestra vida cambió para siempre un día como el de mañana. No sabría decir si el cambio fue para bien o para mal, pero es seguro que hoy no seríamos lo que somos si ese coche no se hubiera despeñado hace veintinueve años, quedando para siempre suspendido en aquellos cerros inmensos.

No hay comentarios:

free web counter