viernes, 11 de noviembre de 2005

¿Cómo puede una enfadarse con un hombre que se da cuenta de que has cambiado de peinado? Se acerca sinuoso, sonriente, te coge de la cintura y al oído te dice que te sienta bien, que te ves guapa. Así no se puede mantener la más mínima dignidad. Por eso, cuando te dice, encogiendo los hombros que él no tiene nada que ver con el origen de tu enfado, que él no sabe nada, tú vas y le crees. O haces que le crees. En realidad, igual no se te acerca así, no te sonríe de manera especial, no te mira ni te susurra, pero cada una ve la realidad como quiere. Y este hombre tiene la capacidad de hacer que caigan mis barreras, mis autosuficiencias y mis falsos orgullos. Cuando me ofrece una cita con café, los puentes levadizos han caído, la muralla es absolutamente accesible. Canalla.

No hay comentarios:

free web counter