jueves, 2 de febrero de 2006
Una vez tomada la decisión, se nota cierta paz en el ambiente. Ahora se plantea una ir cerrando expedientes, ir redactando recomendaciones, dejarlo todo listo para la alternancia. Desde este instante hay que refinar la memoria y dejar sólo lo bueno. ¡¡¡He aprendido tanto!!! Sobre la institución, sobre la gente, pero, sobre todo, sobre mi misma. Ahora me conozco mejor, me tolero mejor, me acepto mejor. Nunca estaré lo suficientemente agradecida a aquel correo electrónico que llegó aquella tarde fría de noviembre.
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