viernes, 13 de junio de 2003

Así que cuando sufras -y lo harás-
por alguien que te amó, procura siempre
acusarte a ti mismo de su olvido
porque fuiste cobarde o quizá fuiste ingrato.
Y aprende que la vida tiene un precio
que no puedes pagar continuamente.
Y aprende dignidad en tu derrota,
agradeciendo a quien te quiso
el regalo fugaz de su hermosura.

Copiado y pegado del blog de mi amigo Bob y dedicado especialmente para él, cobarde e ingrato.

No hay comentarios:

free web counter