viernes, 15 de octubre de 2004
"Vida con aristas". !Uy! Eso debe doler. O, cuanto menos, molestar. Porque si las aristas se disparan hacia fuera, se corre el riesgo cierto de herir a todo aquel que se acerca a uno. Pero si son hacia dentro, se hace daño uno mismo. En cualquier caso, todo el mundo acaba sufriendo. Y yo me niego. Así que mucha lija, suavita, para pulir y dejar la vida redonda y brillante.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario