miércoles, 10 de noviembre de 2004

Me siento orgullosa de mi tierra. Ya sé que es evidente que ejerzo de ello, pero es que ahora me embarga una emoción y un orgullo que no puedo, ni quiero, evitar. Ayer en todos los noticieros apareció la reseña: las primeras líneas de células madre llegaron al banco público creado en Granada. Y me emocioné, sí. Los primeros en España. Cuando al principio del verano oí una charla de Bernat Soria, amena, clara, tan divulgativa, en la que explicaba con sencillez cómo esta investigación podía ayudar a tanta gente, me declaré clara defensora de la misma. No puedo entender ninguna razón para prohibirla, ningún prejuicio moral para estar en contra de ella. No me cabe en la cabeza. Y Andalucía la primera en autorizar y potenciar la esperanza para miles de enfermos. Y yo orgullosa, sí señor. El nueve de noviembre será otra fecha para celebrar en la historia, una fecha revolucionaria.

No hay comentarios:

free web counter