martes, 10 de enero de 2006

No soporto la mala educación. No me refiero a esa que te permite usar veinte tenedores y cucharas, cada una en su orden, según el plato elegido. Ni a esa que te permite conocer el tratamiento adecuado a la personalidad de turno como manda el más fino protocolo. No. Me refiero a esa eduación mínima que una debe tener, que te enseña a respetar al otro por el simple hecho de ser persona.
Hoy comíamos M y yo. Y ellos se han acercado a saludarme y ni siquiera la han mirado. ¡He sentido tanta vergüenza ajena! Y propia, porque debería haberles puesto en evidencia el "olvido" a mi compañera de mesa. Y sin embargo, no he hecho nada. Me he limitado a responder al saludo con su misma falsedad, porque ni siquiera era sincero, sólo busca el interés de la ventaja, esa que presumen que les puedo dar desde donde estoy. Incautos y falsos....y maleducados, muy maleducados, la verdad.

No hay comentarios:

free web counter