domingo, 12 de marzo de 2006

¡Qué difícil es curarse sola las heridas! Y lo digo en sentido estricto y también en el figurado. Frente al espejo, girando el cuello cual contorsionista, intento colocar la gasa yodada en el lugar exacto, mientras examino los puntos de sutura.
Con las heridas del alma, el tiempo es el yodo. Pero, ¿cómo mata una la ansiedad del contacto rechazado?. Con valeriana, con trabajo, con otras ocupaciones, con otros contactos.
Es difícil, a veces, estar sola. Es duro, a veces, sentirse sola. Pero lo relamente triste es no encontrar respuesta válida cuando pides ayuda para curar las heridas. Las del alma y las del cuerpo.

No hay comentarios:

free web counter